Jan Potocki nació en 1761. Cuando escribió "
Manuscrito encontrado en Zaragoza", mejor dicho, cuando redactó las partes del Manuscrito encontrado en Zaragoza, Jan Potocki no sabía lo que era el hipertexto. Ni sabía que la postmodernidad iba a encontrar en la deconstrucción de las formas la solución a "todos los problemas de la creación y el artista". Y es por eso que este libro forma parte de la historia de la literatura. También como un libro maldito. Un libro del que nunca se ha sabido su composición original y que aborda terrenos hoy ya trillados y entonces apenas intuidos en el futuro. Metaliteratura, personajes que hablan sobre el libro que protagonizan, historias que encierran historias que encierran historias. Como escrito para ir de link en link entre la home y el sitemap. Porque descubrir lo descubierto es así. Cambian las aplicaciones. Cambia la técnica. Cambia el estilo. Pero la deconstrucción, la metanovela, el hipertexto, no son nuevos. Ahora lenguajes de programación como HTML o las aplicaciones web ayudan a la recreación de lo que fue una aspiración, pero no inauguran nada. Todo está en las páginas encontradas en Zaragoza. Como en otros antes que él. Mientras escuchan la historia del Duque de Medina Sidonia, incluida dentro de la historia del duquesa de Sidonia, incluida dentro de la historia del jefe gitano, que ha interrumpido al matemático Velázquez, quien intenta encontrar la fórmula matemática que determina las pasiones humanas, los personajes alrededor de la hoguera parlamentan:
"Por más que presto atención a los relatos de nuestro jefe, no consigo comprenderlos. Ya no sé quien habla ni quien escucha. Siempre he pensado que las novelas y demás obras de ese tipo deberían estar escritas en distintas columnas, como los tratados de cronología". Justo al contrario del libro.
De las tablas de HTML al CSS sin tablas. En el siglo XVIII. El esbozo del hipertexto del que habló Eco. El esbozo del postmodernismo. Ni somos nuevos, ni somos los mejores.
